sábado, 29 de octubre de 2011
Me levanto por la mañana, es un día de clase como otro cualquiera, llueve, hace frío, tienes exámenes ese día...Y sin embargo, esa sonrisa se dibuja en mi cara, aunque no halla una razón aparente. Entonces me doy cuenta de que SI hay una razón aparente. Mi felicidad tiene nombre y apellidos, porque cuando lo tengo a 10 centímetros de mi, el corazón se me sale por la boca; y se que pasarme el día pensando en ti no vale de nada, pero hace mi existencia más llevadera. Tu eres la razón por la que hoy, soy feliz
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